ADICCIÓN AL SEXO.

La persona que padece adicción al sexo practica compulsivamente actividades relacionadas con el sexo, ya sea mantener relaciones sexuales con otras personas, masturbación, visionado de pornografía, situaciones de morbo o excitación... la persona no es capaz de controlar su actividad sexual y termina atrapada en el consumo compulsivo de sexo siendo incapaz de salir de la espiral de consumo y consecuencias.

La conducta deja de ser satisfactoria para la persona, que no es capaz de resistir el impulso y la atracción hacia nuevas practicas sexuales. Esta pérdida de control se manifiesta de manera diferente según la manifestación de adicción sexual que tratemos: relaciones sexuales (número excesivo de relaciones, búsqueda compulsiva de otras parejas, infidelidades, prostitución...), adicción a la masturbación (excesivo tiempo, interfiere con otras responsabilidades, la persona es víctima de su deseo y siente más culpa que satisfacción), o en conductas de búsqueda compulsiva de excitación (ligar compulsivamente, pornografía, cybersexo, chats, frouterismo...).

Esta adicción genera mucho sufrimiento y consecuencias, de igual manera que cualquier conducta adictiva, siendo las más significativas las consecuencias personales y emocionales (sentimientos de culpa, vergüenza de si mismos, autodesprecio, incapacidad para disfrutar de relaciones sexuales sanas), pero pudiendo existir consecuencias legales y económicas (en casos de exhibicionismo, prostitución...) para la salud (enfermedades de transmisión sexual) y sobre todo familiares (conflictos de pareja, separaciones, divorcios, es difícil que comprendan el problema...)

El adicto al sexo puede querer evitar el malestar personal, la sensación de impotencia e incapacidad ante algún suceso negativo por lo que busca sentirse bien continuamente, le resulta difícil aceptar la realidad y trata de compensar sus frustraciones.

Este evasión resulta muy perjudicial para el adicto ya que les lleva a una sensación de frustración aún mayor y a reforzar la dinámica adictiva, alimentando la compulsión y la obsesión, lo que genera el que ahora es su principal problema, su adicción.

TRATAMIENTO DE LA ADICCIÓN AL SEXO:

El tratamiento de la adicción al sexo se basa en una terapia holística en el que las prioridades son conseguir una abstinencia completa (a todo tipo de comportamientos adictivos y dañinos para la persona, en este caso no al sexo por completo) y, sobre todo, identificar de manera clara todo lo que le daña, y aprender a manejar su vida de una manera satisfactoria en la que su desarrollo personal y su autosatisfacción disminuyan la necesidad de recurrir al consumo.

En esta adicción hay que delimitar las conductas perjudiciales para la persona, sean prácticas sexuales o comportamientos compulsivos para establecer la abstinencia. Necesitan aceptar su probelma, querer dejar de sufrir, admitir la impotencia frente a su deseo y reconocer su adicción.

Igualmente la adquisición de las herramientas en tratamiento para desarrollar su recuperación, no sólo respecto a su consumo sino sobre su persona, su sentimiento de autoestima, de identidad y en definitiva sobre su vida. Uno de los aspectos importantes en el tratamiento del sexo es admitir la pérdida como parte de la vida y, al aceptarla, poder seguir adelante y disfrutar de lo que si se tiene.